Nuestra Opinión

La metodología reggiana en nuestra opinión  tiene grandes beneficios para el desarrollo pedagógico del párvulo de una manera integral y sobretodo si lo miramos desde la educación parvularia Chilena.

Las bases curriculares plantean la importancia de ver al niño en su contexto real, donde la educación responda en forma dinámica a los nuevos escenarios que se presentan en la vida diaria. En este sentido el enfoque educativo reggiano coloca al niño de forma concreta; un niño o niña que cuenta  con una historia particular, que se desarrolla en un contexto social y cultural individual.

Por otro lado, la educación nacional espera que el proceso de aprendizaje se realice de una manera individual para que los niños desarrollen los principios de singularidad e individualidad, donde el trabajo sea acorde al ritmo  y etapa de cada uno de los educandos, pero también se espera un trabajo grupal para favorecer la interacción significativa,  como forma de integración, vinculo afectivo, fuente de aprendizaje, e inicio de su contribución social. En el caso de la metodología reggiana se resalta mucho dos elementos centrales: la acción y la socialización grupal ya que todo él conocimiento surge en el proceso de construcción individual- social, es por esto que se le da importancia a que el educador establezca una relación personal con cada niño y conectar  esta relación con el sistema social de la escuela.

           Por otro lado también creemos que esta metodología la podemos instaurar en otros centros educativos, es decir, incorporarla en jardines JUNJI o INTEGRA, ya que es un proyecto que no requiere grandes recursos,  por un lado podemos encontrar en la sala de clases materiales inventados por las educadoras con ayuda de la familia, y por otro  la sala no debe abarcar grandes decoraciones con el fin de no distraer la atención de los niños perjudicando su aprendizaje. Sin embargo, sí consideramos relevante que para poder introducir esta metodología es fundamental que las educadoras, técnicos y padres  sean instruidos en el enfoque, que comprendan cuál es el objetivo y conozcan  el qué y cómo se lograra que sus hijos e hijas aprendan, para que acepten sin mayores problemas el modo de trabajar y sean capaces de aportan en el crecimiento personal de los párvulos.

Es importante entonces que las educadoras den énfasis por sobre todo a la motivación hacia los niños y niñas, teniendo siempre en cuenta que tienen capacidades y potencialidades para construir aprendizaje, por lo tanto la relación que se genere entre educadora, familia y los niños permitirá garantizar un ambiente escolar propicio y situaciones de aprendizajes óptimos.